En 1970 se inicia la colaboración de Angel P. Rodrigo y su hermano Vicente en base a la edición de posters que Angel venía realizando desde 1969. Forman un equipo que realiza múltiples proyectos de diseño, pintura e instalación.

Realizan mano a mano sus trabajos durante estos cinco años.

Sus obras tienen dicción pop, en linea con el pop español de entonces de otros equipos como Crónica, Realidad, etc. Se diferencian por su concepto más nihilista y su humor más ambiguo, ácrata, cándidamente irreverente y desmitificador, en busca de reacciones imprevisibles. Su culto del caos, del absurdo y del kitch les diferencia de otras perspectivas conceptuales del momento.

En 1971 exponen en varias colectivas sus primeras obras. En 1972 y 1973 realizan las primeras «individuales de equipo» en l'Ainsa, Zaragoza y Huesca.

Sus exposiciones individuales son instalaciones conceptuales.
Como nadie pagaba entonces honorarios ni gastos de producción al artista convirtiendo en vendibles los componentes de las instalaciones para poder subsistir.

En 1974 adoptan como firma el título de su primera instalación en la Sala Vinçon de Barcelona: LA HERMANDAD PICTORICA ARAGONESA. A raiz de esa instalación reciben el encargo de realizar en Palma de Mallorca una instalación permanente —la pizzería SPAPI— y otra temporal —galería 4GATS.

Su extremo nihilismo existencial les lleva a la disolución y ambos hermanos inician decisivos trayectos personales a tumba abierta.

Angel permanece en Mallorca, terminando el proyecto SPAPI y montando en solitario la instalación de 4GATS —anunciada como de "más o menos ocho" por utilizar obras de amigos con que habían convivido comunalmente durante un tiempo—. Este evento marca los inicios de 4Gats y se considera la primera instalación realizada en Mallorca, catalizando el inicio de acciones posteriores de artistas insulares como Miquel Barceló, el grupo Criada'74 o el Taller Lunatic.

Angel inicia entonces su viaje interior, debatiéndose entre las consignas mutantes de la modernidad y las fuentes perennes del conocimiento. Vicente, por su parte, hace el viaje físicamente hacia Oriente con otros dos de los amigos con que convivían. Ambos siguen las corrientes de aquellos años en un proceso interior similar.

Los viajes de ambos hermanos confluyeron finalmente, dando un fruto intelectual y artístico que se proyectaría durante los siguientes períodos de La Hermandad Pictórica.